jueves, 31 de julio de 2014

                                                                      MESOPOTAMIA
La producción artística, de la que hasta ahora hemos indicado las características esenciales, se expresa a través de una serie de "géneros" o categorías sobre cuya autonomía es, evidentemente, posible formular reservas. Pero también es verdad que el culto de las formas tradicionales, con los fenómenos de supervivencia y arcaísmo, junto con el componente religioso y hasta mágico de los modelos, confiere a estos últimos una función esencial. Sería un error creer que, como en el caso de otras civilizaciones, esto sirve sobre todo para las artes figurativas. Antes bien, la tipología arquitectónica, es decir, el conjunto de  (casa, templo, palacio etc.) del cual dependen las obras completas, constituye un adecuado paralelo de la tipología escultórica, detal manera que las formas tipo de los  tienen valor de modelos no menos que las estatuarias.
Por otra parte, esta convergencia que la crítica moderna sugiere entre las tipologías de la arquitectura y las iconografías de las artes visuales (o sea las imágenes figuradas que brotan de la creatividad de escultores y pintores) halla en Mesopotamia, (como en otras regiones del próximo oriente antiguo, en particular Egipto) una comprobación muy considerable.
Esto se verifica especialmente en el caso de los toros alados de cabeza humana, insertados en las puertas de los palacios para protegerlos con su fuerza mágica (carácter profiláctico); y en el de los relieves esculpidos en las paredes de las salas, como guía ideal de los visitantes. Asistimos aquí (como para las esfinges situadas en la  de los templos egipcios) a las manifestaciones de un arte que combina elementos arquitectónicos y escultóricos al realizar sus fines determinados. En tales fines se pueden reconocer las condiciones necesarias para entender la articulación de la tipología arquitectónica. Así, en el culto de los dioses encontramos la premisa natural del templo, en la expresión del poder real de palacio. Ni ciertas carencias están privadas de significado: por ejemplo, faltan los edificios para espectáculos y deportes, ya que estas actividades van unidas ambas a la vida del palacio y del templo, sin asumir autonomía propia.
Como se ha dicho, la actividad fundamental de las gentes mesopotámicas es la construcción de templos en honor de los dioses. Ya antes de los sumerios y después de ellos a través de la documentación no sólo antropológica, sino también literaria, parece clara la dinámica del pensamiento mesopotámico: en el ámbito de la ciudad-estado del sistema político con el que los sumerios se asoman a la historia, cada centro tiene su dios, cada dios tiene su soberano que lo representa en la Tierra; y es deber primero del soberano erigir lugar de culto, para que el dios pueda complacerse y asegura como contrapartida el gran recurso necesario para la vida de la región, esto es: el agua fecundadora de los campos.
Una inscripción del soberano sumerio más famoso, Gudea que gobernó la ciudad de Lagash alrededor del 2000 a. C., expresa estos conceptos de forma tan evidente que conviene citarlo directamente. Habla en primera persona el dios de la ciudad: "Cuando el fiel pastor Gudea empiece a construir mi templo real, el agua será anunciada por un viento en el cielo: entonces la abundancia llegará a ti desde el cielo e hinchará la tierra. Cuando se coloquen los cimientos de mi templo, entonces habrá prosperidad. Los grandes campos te llevarán frutos, las osas y los canales se llenarán de agua para ti" "..." E la tierra de los sumerios el aceite se producirá abundancia, la lana se pesará en gran cantidad "..."El día en que empieces a construir mi templo, yo pondré el  sobre los montes, allí donde habita la tempestad; desde el lugar de la tempestad, desde los montes, desde los lugares puros, yo te mandaré la lluvia, que dará vida a la tierra". Circunstancias ambientales determinadas, referentes al material, condicionan la construcción de los templos.
En el área Mesopotámica, y particularmente en el sur, se construye desde la prehistoria con ladrillos de arcilla, modelados y secados al sol. Se superponen de una forma tan compacta y maciza, que el muro raramente aparece interrumpido por ventanas, las cuales comprometerían su solidez. Falta la columna: o por lo menos no existe la columna con función portante, sino a veces con función ornamental. Las paredes se articulan con frecuencia en entrantes y salientes, que mitigan la uniformidad pero no la solidez. La luz se obtiene mediante aberturas en el techo. Las puertas de acceso tienen amplias dimensiones y constituyen la única interrupción efectiva de la continuidad de las paredes.
Desde el punto de vista de la planta, el templo mesopotámico aparece inicialmente como único espacio rectangular, que tiene el altar en uno de los lados cortos y la  de las ofrendas delante de él. El altar no puede faltar y por ello la elevación formada por su plataforma en el lado corto de a planta es el carácter distintivo del lugar sagrado. La entrada está a menudo en uno de los lados mayores, o en ambos por la parte opuesta a la del altar. En la siguiente evolución del santuario (que tiene lugar ya en el periodo prehistórico) al espacio único se añadan otros y aparece el uso del patio, generalmente en el lado más ancho de la estancia sagrada.
 En el conjunto así ampliado se insertan las habitaciones de los sacerdotes y de los funcionarios, a veces también las de los escribas anexos a la administración del templo y los depósitos de los productos alimenticios. Lo completa el cinturón de murallas y de esta manera queda separado del resto del área ciudadana, constituyendo un temenos (área sagrada). El concepto de área sagrada prevalece obre el del lugar sagrado; y existen témenoi con más de un templo, además de con más de un palacio de soberanos porque, como veremos, el edificio profano se integra muy pronto con el sagrado. Una distinción fundamental que aparece desde la prehistoria, es entre templo "bajo" y templo "alto"; el primero se apoya directamente en el suelo, el segundo se construye sobre una terraza de base.
 
Zigurat
La terraza de base es el punto de partida de un ulterior tipo de edificio sagrado, que será el más característico de toda la civilización mesopotámica: el zigurat (o ziggurat) o torre del templo, construido por una serie de terrazas superpuestas de dimensiones decrecientes hacia arriba, con un santuario en el vértice. Un sistema de escaleras en los lados permite la ascensión piso por piso, hasta la cima. Inmediatamente surge el recuerdo de un típico monumento egipcio, la pirámide escalonada, que aparece más o menos al mismo tiempo: y es difícil que no haya existido influencia entre un tipo y otro Sin embargo, es problemático establecer en qué sentido y manera tanto más que el destino de los dos monumentos es distinto, ya que el zigurat permanece y se perfecciona en el tiempo; mientras que la pirámide escalonada desaparece para dejar paso a la de pareces lisas.
El esquema de palacio mesopotámico no difiere (salvo en la falta de espacio sagrado del templo): un patio alrededor del cual se disponen las habitaciones, abiertas todas a dicho patio. La comunicación con el exterior se asegura con una puerta que se abre a la calle. Tal esquema puede multiplicarse con la combinación de otros conjuntos con un patio en el centro: ya a principios del II milenio a. C. el palacio de Mari se extiende sobre en área de más de dos hectáreas y media; presentando un conjunto de casi trescientas habitaciones. Particular interés adquiere la presencia de grandes palacios de uno o más santuarios (nosotros lo llamaremos capillas): evidentemente, la integración entre edificio civil y edifico sagrado continúa y se desarrolla desde épocas antiguas, con un cambio de importancia que enfatiza el carácter civil.
La arquitectura funeraria, tan esencial en otras religiones y muchos pueblos vecinos presenta un desarrollo mucho menor en Mesopotamia. Sólo en época sumeria, en la ciudad de Ur, se encuentran hipogeos de cierta importancia.
A la I dinastía Ur (es decir, hacia mediados del III milenio a. C.) corresponden las tumbas reales que se han hecho famosas tanto por la cantidad de joyas que contenían, como por el sacrificio de los familiares y del séquito que allí se encuentra testimoniado. Las tumbas están construidas por cámaras subterráneas abovedadas, en ladrillo, a las que se accede por un amplio foso de paredes en declive, que penetra en el terreno con ligera pendiente. Más importante arquitectónicamente, también en Ur, es la necrópolis de la III dinastía (finales del II milenio).
A nivel del suelo sobre estas tumbas (igualmente subterráneas y abovedadas) se eleva una construcción que tiene un aspecto de edificios con patios: puede tratarse del lugar donde se veneraban los difuntos, o en cambio puede ser su residencia en vida.
Es necesario recordar la situación religiosa que es la razón del escaso desarrollo de la arquitectura funeraria. A diferencia de otros pueblos dela antigüedad (concretamente los egipcios), los mesopotámicos tuvieron una fe muy débil y vaga en la existencia ultraterrena. Que dicha fe no faltaba, nos lo revelan en algunos textos que hablan de personajes de regreso de la morada de tristeza y dolor en el más allá, o de visitas a tales personajes; pero se trata de hechos limitados y, sobre todo, a nivel de superstición popular o de la mitología que evoca tiempos remotos. Es necesario observar, para concluir, que la arquitectura mesopotámica, muy definida y predominante en todo el valle de los dos ríos, registra también algunas irradiaciones más allá de sus fronteras. La estructura de los templos anatólicos (que se observa en distintos templos de lacapital, Khattusha) renueva la forma mesopotámica de las habitaciones recogidas alrededor de uno o más patios, aunque las paredes exteriores se abren en amplias ventanas por las que entra la luz. Otro tanto puede decirse de la región siria, donde el poder mesopotámica se difundió con gran fuerza.
En todo caso, reconocer una obra de arquitectura mesopotámica siempre es posible y a menudo bastante simple. Toda una serie de características muy evidentes constituyen el armazón de la identificación y a su vez su garantía: tales características se refieren al arte que surgió o se irradió de Mesopotamia, y que no se verifican en otros lugares, ni siquiera en alguno de los mundos geográficamente vecinos un templo en planta central con un patio a cuyo alrededor se recogen las diferentes habitaciones, con la cámara sagrada señalada o el altar en el lado corto y por la mesa de las ofrendas delante de dicho altar, es sólo mesopotámico. En Egipto la estructura era completamente distinta, con una sucesión de espacios desde el exterior hasta el espacio sagrado. El material de construcción contribuye decididamente a la identificación: los ladrillos crudos son típicamente mesopotámicos, el contraste entre ellos y la piedra egipcia es claro y lo mismo ocurre con sus consecuencias totalmente distintas en cuanto aberturas y afluencia de luz. Finalmente, la base del templo en las terrazas superpuestas y degradantes es un hecho tan típico de Mesopotamia que hace rápidamente reconocible la arquitectura, y no es ciertamente el breve paréntesis egipcio de la pirámide escalonada el que pueda alterar este estado de las cosas.

CARACTERÍSTICAS:
El arte mesopotámico tenía carácter cívico: tiene palacios, templos y servicios públicos; tales como murallas, canales de riego, puentes, puertas y fortalezas. También combina el sistema de platabanda y dintel con el de arco y bóveda.
Como en la región no había piedra y la madera era escasa, emplearon el ladrillo (hecho de adobe). Como el ladrillo es un material algo frágil, los muros se fabricaban gruesos y sin apenas aberturas; de manera que la apariencia de la edificación es maciza, pesada y monótona.
Debido a las periódicas inundaciones que eran favorables a los cultivos, los edificios solían construirse sobre terrazas.
Las paredes se cubrían de relieves en colores siguiendo esquemas muy simples, en particular los de repetición y simetría.

Monumentos Principales:
a) El Templo: Consiste en un gran patio amurallado que en el espacio correspondiente a uno de sus lados menores lleva lo que va a ser su elemento más característico: el Zigurat.
El Zigurat es una torre cuadrada de varios pisos escalonados, en cuya cima está el santuario. Las caras se orientan hacia los cuatro puntos cardinales y se sube a los diferentes niveles por medio de una rampa que rodea los cuatro lados, o por dos escaleras simétricas que trepan por el frente o os laterales.
En su construcción se empleaban materiales muy ricos: mármol, alabastro, lapislázuli, oro y cedro.
b) El Palacio: No existe una forma prevista para el palacio. Tampoco es un edificio, sino una serie de edificaciones prismáticas de distintos tamaños unidas entre sí por pasillos, galerías y corredores con amplios patios intermedios y con murallas alrededor. Consistía en una sencilla construcción cuadrangular con un patio central por el cual recibía luz y ventilación. Se alzaba sobre terrazas de ladrillo a las que se subía por escaleras y rampas con desagües para protegerse de las inundaciones y de la humedad. Las puertas, cuyas hojas solían ser de bronce, estaban flanqueadas por estatuas y toros alados con cabeza humana a los que se les atribuían poderes protectores. Las paredes interiores se decoraban con pinturas al fresco sobre enlucido de cal, o con revestimientos de ladrillos esmaltados de colores vivos y relieves. Algunos de los palacios más importantes fueron los de Nínive,
Khorsabad y Nimrud.
Nínive
Salón del trono en Nimrud
c) Las Murallas: Las ciudades estaban guardadas por gruesas murallas de paredes verticales y cortadas en ángulos rectos, reforzadas de trecho en trecho por torres cuadradas. El paso se hacía por puertas fortificadas. El pasaje de estas puertas era de bóveda de medio cañón, en ambos lado se colocaban las habituales estatuas protectoras.
d) Las Tumbas: Desde el punto de vista arquitectónico, la tumba no ofrece gran interés, pues es un simple hipogeo con bóveda de ladrillo y varias cámaras, que se manifiesta al exterior por algún pequeño monumento sin valor artístico. En su interior se ha encontrado un ajuar funerario muy rico: cadáveres de damas, músicos, criados, cocheros y guardias inmolados en número grande que revelan las bárbaras costumbres fúnebres de estos pueblos.
bibliografia ;
                          monografias 


Arquitectura prehistórica se entiende como un medio de expresión y construcción primitivo que empezó a generar pensamientos de creencias sobre las culturas primitivas. Se denomina a los primeros hitos conservados de la incipiente arquitectura .
  • Las primeras surgieron en el neolítico, continuado en las primeras épocas de la edad del cobre. Las segundas pertenecen a las edades del cobre, bronce o del hierro.las construcciones megalíticas, del griego megas, grande y lithos piedra; constan de enormes losas pétreas sin tallar, o escasamente devastadas, verticales y horizontales, adinteladas, apoyadas, nunca unidas con mortero, o con algún tipo de aparejo,
  • las construcciones ciclópeas. Así llamadas por haberlas atribuido los antiguos griegos a unos gigantes fabulosos llamados cíclopes; se constituyeron con aparejo sencillo de piedras, en parte escuadradas, o sin escuadrar, aunque desbastadas, y de menor volumen que las megalíticas, utilizando algunas veces mortero arcilloso para conformar muros y paramentos.:
  • la cabaña o choza, formada por entramados de ramaje,
  • la gruta o caverna, artificial o natural pero acomodada por la mano del hombre a sus propios usos,
  • los palafitos o habitaciones lacustres de madera levantados sobre pilotes clavados en el fondo de un lago o zona pantanosa,
  • los crannógs, propios de Irlanda, habitáculos lacustres a modo de islotes, sin dejar pasar el agua por debajo de ellas,
  • los terramaras, descubiertos en Italia, chozas de madera y arcilla en sitios pantanosos. Con dichas construcciones se relacionan los paraderos o kiokenmodingos(voz danesa que significa restos de hogar) que son montículos conformados por depósitos de conchas, restos de ceniza, carbón, huesos, piedras y fragmentos decerámica tosca, muy abundantes en Dinamarca, también hallados en otras regiones
  • se dividía en diferentes periodos
  • .Período paleolítico y la arquitectura
  • El es el  periodo más antiguo de los periodos prehistóricos, que  se caracteriza por la fabricación y utilización de herramientas de  piedra tallada, la práctica de la depredación (caza, pesca y  recolección) el nomadismo y la aparición de las primeras  manifestaciones artísticas, como son las pinturas rupestres y las esculturas de piedra o hueso. El hombre vivía en cuevas y era nómade. No hay vestigios de construcciones creadas por el hombre del paleolítico.
    Período Neolitíco y la arquitectura
    Hoy en día se define el Neolítico  precisamente en razón del conocimiento y uso de la agricultura o de la  ganadería. Cuando un grupo humano llegaba a una zona rica en caza o en vegetación comestible, establecían campamentos temporales hasta agotar los recursos, pero algunos se hallaban en tierras especialmente fértiles, de modo que poco a poco fueron surgiendo campamentos estables o poblados dedicados a la caza y la recolección. Así fue como el hombre se hizo sedentario.
    Período Mesolítico y la arquitectura
    Duró aproximadamente entre el 10000 a. C. y el 5000 a. C. aquí se han hallado viviendas construillas de arcilla
    En el año 8000 se descubrió la cerámica en el Sahara y en Siria independientemente. Las vasijas de barro fueron prácticos sustitutos de los pesados recipientes de piedra.
    Palestina continuaba a la cabeza de la civilización: Hacia el año 7000, las viejas cabañas circulares habían sido sustituidas por casas de planta rectangular, subdivididas en habitaciones y con las paredes y el suelo cubiertos de arcilla. Sus pobladores enterraban a los difuntos bajo sus casas.
    Hacia el año 6500 encontramos en Anatolia, Turquía una agrupación de pueblos de cerca de 6.000 habitantes, con casas y santuarios de ladrillo crudo y frescos de divinidades femeninas y toros. A finales del milenio aprendieron a fundir el cobre para fabricar adornos, puntas de lanza y objetos diversos, pero el metal era escaso y el descubrimiento no tuvo muchas repercusiones.
    En Europa y África central surge la cultura megalítica, caracterizada por la construcción de grandes monumentos de piedra: a veces simples piedras levantadas a modo de columnas, a veces alineadas según ciertos patrones, otros en forma de enormes losas horizontales apoyadas sobre otras dos verticales, etc. Naturalmente, estas construcciones debían de estar asociadas a nuevos rituales y creencias más o menos sofisticadas, típicos de la cultura neolítica.
    En la península del Sinaí se descubrió la fundición del cobre, y el sistema se extendió rápidamente tanto hacia Mesopotamia como hacia Egipto. Hacia el 4500 el sur de Canaán fue invadido por un pueblo que conocía la fundición del cobre. Por la misma época aparecen los primeros poblados neolíticos en Egipto, junto al lago Moeris, algo al oeste del curso del Nilo. Las inmediaciones del Nilo hubieran requerido un sistema de canales similar al de Mesopotamia para ser aprovechadas adecuadamente, por lo que las zonas cercanas (pero prudencialmente alejadas de las súbitas crecidas del río) eran más adecuadas para una población que acababa de descubrir la agricultura y la ganadería.
  • palafitos 
  • caverna 
  • fuente de infomacion;
  • arkiplus 

domingo, 27 de julio de 2014

INTRODUCCIÓN A LA PREHISTORIA



La arquitectura prehistórica es el conjunto de construcciones erigidas antes al menos 4000 años antes de la era de Cristo, antes de las pirámides egipcias.Son las primeras estructuras rudimentarias creadas por el hombre, y gracias a ellas conocemos los primeros elementos utilizados para su construcción. Las construcciones arquitectónicas de la prehistoria se estudian a partir de 3 períodos de la evolución del hombre que componen lo que se llama la Edad del Piedra: el paleolítico, el neolítico y el mesolítico. Dentro de las construcciones prehistóricas podemos distinguir dos tipos:
  • Construcciones megalíticas: (del griego megas: grande y lithos: piedra) que son enormes bloques de piedra sin tallar o escasamente desbastadas, que se encuentran enterradas en el terreno, o conformando una pieza adintelada con dos piedras verticales con una piedra horizontal simplemente apoyada sobre ellas, y que no emplea ninguna clase de aparejo o mortero, para mantener su posición. Surgen en el neolítico, y siguen construyéndose en la primera edad del cobre.
• Menhires: grandes piedras, verticalmente hincadas en el suelo. Se supone que tenían que ver con el culto al Sol, o con la observación de los astros.
• Dólmenes: construcciones adinteladas. Se les atribuye el carácter de tumbas.
• Cromlech: grandes recintos circulares conformados por menhires, se les atribuye el rol de santuarios.
• Alineaciones: son filas de menhires.
• Construcciones ciclópeas: el nombre proviene de Grecia, pues estas construcciones eran atribuidas a los cíclopes (gigantes fabulosos). Estas construcciones emplean un aparejo sencillo, en parte escuadradas o sin escuadrar. El volumen es menor al de las megalíticas, y en ocasiones emplean mortero arcilloso, y conforman paramentos y muros. Pertenecen a la edad del cobre, bronce o del hierro.

La vivienda en la arquitectura prehistórica:



Se conocen distintas construcciones de la arquitectura prehistórica que sirvieron como morada temporal o permanente:

• Cavernas o grutas: artificiales o naturales, pero modificadas por el hombre para su propio uso.
• Chozas o cabañas: formadas por ramas entramadas.
• Palafitos: son construcciones lacustres de madera, elevadas sobre pilotes, clavados al fondo de lagos o zonas pantanosas. Los palafitos más notables que se encontraron, están en los lagos de Ginebra, Suiza, y cubren 150.000m2 y contienen la mayor agrupación de palafitos. Estas construcciones provienen del neolítico y se cree que su motivación era la defensa contra los animales salvajes.
  • Cranoges: son típicos de Irlanda, son construcciones lacustres en forma de islotes aislantes, que no permiten el paso del agua.
• Terramares: chozas de madera y arcillas ubicados en lugares pantanosos, encontrados en Italia. Se asocian a estas construcciones, los “paraderos” o “kiokenmdingos” (en danés significa restos de hogar), son montículos conformados por depósitos de conchas, cenizas, carbón, huesos, piedras y restos de cerámica, que pueden encontrarse en Dinamarca y en otras regiones.


Entre los materiales empleados para la construcción de viviendas en la arquitectura prehistórica están: Huesos de animales para los pisos y muros. Pieles de animales y ramas, para las techumbres.

BIBLIOGRÁFIA:
thales.cica.es/rd/Recursos/rd98/HisArtLit/01/prehistoria.htm
www.arkiplus.com/arquitectura-prehistorica
www.arquitecturatecnica.net/historia/arquitectura-prehistorica.php

A CONTINUACIÓN MOSTRAMOS 3 VÍDEOS SOBRE EL TEMA: